Comienza cuando las bacterias que se encuentran en la capa pegajosa e incolora que constantemente se forma en los dientes llamada "dentobacteriana", causan que la encía se inflame y afecte a los tejidos cercanos. Estas dolencias son:
- Gingivitis: las encías se ponen rojas, se inflaman y sangran con facilidad, pero pese a lo que pudiera parecer, las molestias son escasas o nulas.
- Periodontitis: ocurre cuando la placa dentobacteriana se extiende y crece bajo la línea de la encía, las masas de bacterias y sarro liberan toxinas y producen inflamación, el organismo responde destruyendo tejidos y el hueso de soporte del diente. Como resultado la encía se separa del diente y se forman bolsas que se pueden infectar, con el tiempo estas bolsas progesan, los dientes se aflojan y tienen que ser extraídos.
Se ha demostrado que la enfermedad periodontal severa puede elevar los niveles de glucosa, además, quienes sufren una diabetes no controlada no obtienen beneficios del tratamiento, por lo que la máxima prioridad debe ser controlar la glucemia.
El tratamiento de la enfermedad periodontal puede ir desde el simple raspado y alisado de la pieza dental a la necesidad de aplicar procedimientos quirúrgicos y el consumo de antibióticos. Una vez resuelto el problema, se suele recomendar realizar limpiezas dentales periódicas para prevenir futuras reincidencias, igualmente, es probable que el odontólogo tome radiografías periódicas para determinar si se está produciendo una pérdida de hueso.
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